Un saludo a todos los compañeros el grupo 217 (hoy 197):
Estudie Economía en el IPN, cuando egrese en 1987 el subdirector académico de la escuela me invito a trabajar impartiendo clases, le conteste que por el momento NO estaba en mis planes; que una de mis primeras quejas ante las autoridades educativas de la escuela era, que algunos docentes NO tenían experiencia profesional. Trabaje varios años en la iniciativa privada en el área conurbada de la Ciudad de México. En 1992 inicie la maestría en Economía Industrial, curse 60% de los créditos académicos (aquí es cuando nace el gusano por la docencia) además la maestra Bolia Brandon nos sentencio ustedes terminaran como maestros y todos mis compañeros de maestría lo son; también estaba leyendo a Jean de Voss “Cuando la Selva Lacandona aun era Selva” me encontraba en la lectura y deseando ir a Chiapas, además, inicio enero del 1994, el dilema migrar a Chiapas o terminar la maestría. Migre, recorrí lugares, conocí gente y paisajes, me dedique al extencionismo por un tiempo, trabaje en Banrural y de ahí a la docencia en el sistema DGETA.
La materia prima del maestro son seres humanos en una etapa de desarrollo biológico y emocional muy vulnerable; de ahí la enorme responsabilidad de nosotros en lo ético, y además agregar (si se pudiera medir en peso) aunque sea un gramo de nuevo conocimiento, que les permita ser mejores personas: respetándose a sí mismo y a los demás; cuidando y respetando a la recursos naturales.
Cuando hoy, cruzo con nuevos profesionista, que me saludan y me agradecen el haber aportado en algo para proseguir sus estudios y terminar su carrera. Es muy agradable.
Con la implantación de la RIEMS, cambiaron los planes de estudio de ahí en adelante, NO logro despertar interés alguno en los educandos, cumplen por obligación, por pasar. Pero de ahí a que logre motivarlos, para nada. Estoy molesto con ese cambio de los programas de estudio en lo que respecta a los Módulos Profesionales, yo considero que exigen mucha experiencia profesional del docente y hay carencia de ella en algunos. Lo cual ocasiona que los alumnos NO lleguen al modulo profesional, que yo imparto con los conocimientos mínimos que uno requiere para desarrollar los temas que corresponden. Aunado a mis deficiencias pedagógicas y psicológicas educativas, estoy que no se qué hacer (estoy haciendo algo que NO comparto y nos piden las autoridades del plantel bajar el nivel académico al mínimo).
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Hola Maestro esperando que cuando leas esta nota estés muy bien de salud tu y los tuyos y mas aun que es muy agradable poder intercambiar opiniones espero que mis puntos de vista sean acordes y no ajenos a lo que yo perciba de tu escrito es un gusto estar aquí y en el ahora.
ResponderEliminarLo que pretendes crear y plantear en tu escrito y lo que estas realizando te lo pongo en las siguientes frases para analizar y comentar amigo mio.
“Muchos observan las cosas que han sucedido y se preguntan por qué; yo miro las cosas que no han sucedido aún, y me pregunto ¡¿ por qué no?!”
Y constituye el faro que nos orienta e impide extraviar el rumbo.
Es un punto de referencia relativo en el futuro hacia donde apuntarán los esfuerzos de planificación.
No le compete plantear metas, sino un estadio.
Soñar consiste, como el ex presidente Kennedy dijo, en ver en el futuro lo que todos han visto y pensar lo que nadie ha pensado; soñar no es mirar lo que ha sucedido y preguntarse ¿por qué? Soñar es mirar lo que no ha sucedido aún y preguntarse ¿por qué no?
Todo en la vida se sustenta en un sueño. Nada existe por casualidad. Así como el arquitecto antes de construir un edificio lo concibe en su mente, así el maestro concibe a sus discípulos y los esculpe día con día. De ahí que el maestro tenga una tarea muy importante, esa tarea es ni más ni menos que visualizar qué tipo de maestro quiere llegar a ser y que clase de escuela anhela en el tercer milenio. Para ello, comience soñando con ese maestro extraordinario que puede realizarse en usted mismo. Sueñe cómo su vida puede constituirse en una espléndida antorcha y no en una fugaz chispa que alumbre el camino de las próximas generaciones. ¡Vuelva a soñar! y notará de inmediato la gran velocidad que toma su existir. ¡Volverá a volar! La historia la hacen los soñadores.
su amigo Hugo Paredes